Tuesday, February 17, 2015

SERIE DEL CARIBE DE BEISBOL: LOS DOS FEBREROS CUBANOS.(FINAL).-




Serguey Linares destrozó el auto de Nina "la dominicana", abandonó el parqueo y entró al Salón de Belleza. Nina estaba atendiendo a una clienta. Serguey extrajo la pistola. Disparó tres o cuatro veces contra el cuerpo de su ex novia. Inmediatamente después se suicidó. Nina yacía ensangrentada en el piso del Salonz Beauty Suites y sus colegas de oficio y los clientes supieron enseguida que no se trataba de otra masacre de rutina, de esas que cada cierto tiempo conmueven a la opinión pública estadounidense. Cuando llegó la policía la panameña estaba con vida. Se la llevaron. Nina sobrevivió. Tal vez porque Serguey no quiso herir a nadie más. Tal vez por casualidad. Tal vez porque Serguey Linares no es un francotirador ni un asesino infalible. Tal vez porque Serguey estaba enamorado de una mujer que casi le doblaba la edad y no había podido soportar las consecuencias de la ruptura. Tal vez porque Serguey seguía sin poder recuperarse de su fracaso deportivo en Los Estados Unidos y no le bastaba con cargar y descargar el equipaje de los aviones en el Aeropuerto Internacional de Miami. Tal vez porque ella no merecía vivir si él se iba de este mundo.Tal vez porque estaba diseñado para morir también detrás de las barricadas del crimen pasional.Tal vez porque necesitaba que las imágenes que habían ido tejiendo la madeja de su vida pasaran ante sus ojos asombrados entre un disparo y otro disparo.
Tal vez.
Porque Serguey Linares había subido al equipo grande de Vegueros en el año 2002 y compartido con algunos compañeros de talento a prueba de amateurismos que estaban madurando la idea de salir del país y tratar de conseguir un contrato de trabajo en Grandes Ligas.
Tal vez.
Porque Serguey Linares pensaba que su marca de 7 ganados y de 7 perdidos y su 3.27 de promedio de carreras limpias en 21 juegos de dos temporadas le vestían de aval suficiente para que los scouts de la Gran Carpa se babearan ante su calidad de extraclase del box.
Tal vez.
Porque a Serguey Linares no le importaba perderse un par de años de su promisoria carrera en Vegueros si detrás de la valla maldita estaba República Dominicana y no el paisaje mexicano, a donde había que llegar de la mano y del yate de los otros traficantes de talentos que siempre tenían el cheque y la lengua amenazante prestos, confiados en el horizonte del cash asegurado.
Tal vez.
Porque a Serguey Linares tampoco le importaba perder otros dos años de su vida en Quisquella le Bella, deambulando entre campos de entrenamientos y contactos fallidos sin que nadie le resolviera una visa de trabajo en Estados Unidos.
Tal vez.
Porque Serguey Linares sabía que en algún momento se le aparecería Jaime Torres ataviado de ángel de la guarda, con sus veinte años de experiencia introduciendo peloteros cubanos en Grandes Ligas, de esos que llegan como pueden a Haití de paso a República Dominicana y entonces tienen que comenzar el  gran calvario de radicarse fuera de Cuba, entrenar duro, rezar porque les vea algún cazatalentos y toparse con algún pez gordo que sepa lo que hay qué hacer para que puedan dar el salto si su calidad lo amerita.
Tal vez.
Porque Serguey Linares sabía que Jaime Tores le iba a ayudar con sus trámites migratorios y que le iba a representar ante los todopoderosos personajes del Gran Circo Americano como había hecho ante Los Yankys de Nueva York con el monstruo de las bolas y de los strikes, su coterráneo José Ariel Contreras, y los 32 millones de us del 2002.
Tal vez.
Porque los scouts de Los Piratas de Pitisburg decían que "era un lanzador de bola rápida pero con tendencia al descontrol" y no se decidían a destrabar sus chequeras. Porque cuando Los Medias Rojas de Boston tenían un contrato listo de 460 000 us para que lo firmara los médicos que lo estaban chequeando descubrieron "una rotura parcial de los ligamentos por una deformidad del hueso del hombro derecho" y entonces el cheque fue retirado de sus manos de al fin coño y de nuevo el viejo Jaime tuvo que representárselo a Los Piratas por si había algo para su muchacho aunque fuera en Ligas Menores.
Tal vez.
Porque Los Piratas sí lo querían si sus billeteras podían asimilar el golpe por 125 000 us y el chico estaba dispuesto a jugar en Ligas Menores hasta ver qué pasaba con esa lesión y si era capaz alguna vez de recuperar aquellas terrorríficas 98 millas por hora que le habían augurado hacía unos años un porvenir de lujo en Grandes Ligas.
Tal vez.
Porque tenía 24 años y seis pies cuatro pulgadas y 225 libras y creía que era inmortal porque vivía en USA y porque jamás perdió la ilusión de ponerse bien y brillar como lo estaban haciendo sus amigos del sueño deportivo americano. Alain Soler, desde el 2006 con Los Metts de Nueva York, Alexei Ramírez con Los Medias Blancas de Chicago y Yoslán Herrera con Los Piratas de Pitisburg.
Tal vez.
Porque después de deambular por varios equipos menores de Los Piratas durante el 2007, metido en irregularidades, padeciendo desazón, pesimismo y desesperanza, Los Piratas lo dejaron libre en el 2008 y entonces el señor JaimeTorres no tuvo nada más que hacer, excepto prepararse para esperar al próximo talento cubano en la rada de Motecristi o en el norte de la Frontera. El diamante en bruto ha explotado en grandes esquirlas de nadas que el viento se ha llevado. Cuando él y sus amigos ganadores tienen que hablar de Serguey después de la noticia que los deja helados, lo hacen de manera encomiástica y aseguran que era un chico noble, sencillo, sin malicia, serio, nada más uno que no pudo llegar debido a la trampa de la rotura parcial de ligamentos por una deformidad en los huesos del hombro derecho.
Tal vez.
Porque muy pocos sabían que había descendido hasta los fosos más perversos de los andenes del aeropuerto y que se había enamorado de una trabajadora panameña de la belleza a la que la gente conocía como Nina la dominicana y que debajo de tanta lluvia ácida había claudicado  sin haber encontrado valor para salir solo de la vida en el carro de la muerte.
Tal vez.(1).

(1).- Al Cierre.-

Yo sabía de la bronca de algunos fanáticos cubanos porque los mayimbes que hacen y deshacen en las oficinas de la Comisión Nacional de Beisbol habían dejado sin integrar el Team Cuba al magnífico short stop de Vegueros Luis Alberto Valdés en varias oportunidades. Valdés tiene 26 años y es dueño del gran plus ofensivo que hace de los campocortos superestrellas atletas integrales en pocos años. Hasta que decidieron llevarlo a la Serie del Caribe en San Juan. Valdés iba como utiliti de cuadro porque el ss regular sería Daniel Morerira, uno de los dos desertores cubanos en San Juan. De modo que LAV se ocupó del campo corto y lo hizo de maravillas, cómo el consagrado qué es. Con el plus de su bate. Conectó un honrón. Le escribí a mi hermana y a un amigo periodista deportivo de Caibarién para decirles que me parecía que Luis Alberto era un verdadero cancha, un monstruo de la posición y que le veía aptitudes sobradas con el bate. Pero que me parecia también que tenía que tratar de colocar mejor sus batazos, toda vez que sus conexiones siempre llevaban mucha fuerza pero generalmente llegaban de frente a los defensores. En verdad pensé que desertaría en San Juan. Pensé más. Pensé que posiblemente algunos vegueros habían planeado cierta conspiración, mediante la cual unos abandonarían al equipo el mismo día del arribo a San Juan, otros durante el Evento y el resto después del último out, pasara lo que pasara en materia de resultados. Lo que significaba desertar en Estados Unidos. Pero LAV regresó a Cuba y fue felicitado por los felicitadores de ocasión y por sus comprovincianos. Ayer lo atraparon tratando de salir "ilegalmente" del país. Seguramente por la complicada y poca ortodoxa Vía de México. El sabe lo que le espera de aquí en adelante y los años dorados que se perderá su carrera en la Pelota Grande. A menos que ocurra un milagro y pueda salir para que Jaime Torres tenga otro cliente de lujo. Saben con quién atraparon a Valdés?. No?. Con su esposa. Entonces de verdad tendré que explicarles por qué no desertó en San Juan?.
Tal vez.


Westchester, Miami, Usa.
Luis Eme Glez.
Febrero 16 del 2015.


1 comment:

  1. Oye, luisy, ese Linares no será familia de Omar y de Juan Carlos?.

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